La diferencia con los vehículos híbridos enchufables y los BEV es que combinan el motor de combustión interna con un motor eléctrico que se puede recargar desde una toma eléctrica. El PHEV puede funcionar únicamente en modo eléctrico, pero su autonomía se limita a unos 50 o 60 kilómetros. Esto implica un menor consumo de combustible y una conducción eléctrica silenciosa, en especial por ciudad.