¿Qué es el motor de arranque y cómo funciona?
El motor de arranque es un dispositivo eléctrico que convierte la energía de la batería en movimiento mecánico para hacer girar el cigüeñal y permitir que el motor de combustión inicie su ciclo de trabajo. Este sistema se activa al girar la llave de contacto o presionar el botón de encendido en los vehículos más modernos.
El proceso de arranque consta de varias fases:
- Activación del solenoide: cuando se acciona el encendido, el solenoide recibe la corriente de la batería y empuja el piñón de ataque hacia el volante de inercia del motor.
- Giro del motor de arranque: la corriente alimenta el motor eléctrico, haciendo girar el piñón y transmitiendo el movimiento al cigüeñal del motor.
- Encendido del motor: una vez que el motor de combustión empieza a funcionar por sí solo, el motor de arranque se desactiva automáticamente.
En muchos vehículos modernos, este sistema se complementa con la tecnología start-stop, que apaga automáticamente el motor cuando el coche se detiene, por ejemplo, en un semáforo, y lo vuelve a encender en el momento en que se pisa el acelerador.
Asimismo, contribuye a mejorar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones, aunque sigue dependiendo de la batería de 12 V y del motor de arranque tradicional.
Sin embargo, en vehículos micro-híbridos (mHEV) de 48 V, el arranque del motor se gestiona de manera diferente. En lugar de un motor de arranque convencional, estos vehículos utilizan un generador-arrancador de 48 V, que no solo permite un arranque más rápido y suave, sino que también apoya al motor térmico en determinadas situaciones para mejorar la eficiencia y reducir el consumo de combustible.
Por otro lado, en vehículos PHEV y BEV, el sistema de arranque es aún más avanzado. En los híbridos enchufables (PHEV), el motor eléctrico asiste al motor de combustión y, en muchos casos, permite arrancar el vehículo en modo totalmente eléctrico sin necesidad de utilizar un motor de arranque convencional.
En los vehículos 100% eléctricos (BEV), el concepto de "arranque" cambia completamente, ya que no hay un motor de combustión que encender; simplemente, el sistema eléctrico se activa y el vehículo está listo para circular.